Historia


La historia de la Asociación Nacional de Guías de Montaña comienza a escribirse con el guiado al volcán Villarrica entre los años 1989-1990. Nace como un proyecto que buscaba satisfacer la necesidad de capacitar guías para los ascensos al volcán, de manera de disminuir los accidentes ocurridos en sus faldeos, en donde aventureros subían sin seguridad, ni conocimiento alguno. Este primer proceso fue impulsado por la Ilustre Municipalidad de Pucón y su alcalde Carlos Barra, quienes deciden organizar «el primer curso de montaña» dictado en ese entonces por José Córdoba y Nivaldo Muñoz quienes asumieron la formación de doce motivados deportistas que luego se convirtieron en los socios fundadores de el «Club de Montaña Pucón». 

El curso tuvo una extensión de varios meses, en donde se trabajó en técnicas de rescate, montañismo y escalada, dando la opción de continuar como «deportista» o transformarse en «guía montaña». Lo que no sólo dio paso a la fundación del club deportivo de montaña, si no que sus miembros se convirtieron en los primeros «guías con licencia municipal capacitados y certificados» para ascender el volcán Villarrica guiando turistas.

Con el paso del tiempo y el continuo aumento de la actividad turística en el área de Pucón el club se transformó en la «Asociación Gremial de Guías de Turismo Aventura de Pucón (AGTA)», institución que también era conocida como la AGMP, las Asociación de Guías de Montaña de Pucón: la primera asociación de guías de montaña en Chile.

Con el transcurso de los años las condiciones fueron mejorando, debido al amplio trabajo realizado en actividades de capacitación y recreación que involucraron a la comunidad, logrando que nuevos guías se fueran formando e integrando como nuevos socios y profesionales de la montaña en la zona lacustre.

La AGAM y los primeros guías UIAGM Chilenos.

Si bien existieron varios intentos de realizar formaciones con el estándar internacional de la UIAGM en Chile todos los guias que fueron parte de la «Asociación de Guías de Alta Montaña (AGAM)» realizaron su formación en el extranjero y las limitaciones para poder ejercer de manera plena la profesión en Chile llevaron a que a pesar del prestigio de las certificaciones que estos pioneros obtuvieron no se lograra generar un trabajo a largo plazo de carácter asociativo-formativo, pero si permitió que por el año 2016 una nueva generación de guías de Alta Montaña UIAGM formados en Bolivia – liderados por Gonzalo Vilches y Nicolás Meyer – identificaran la necesidad de abrir la asociación e integrar a colegas de todo el territorio nacional para que se puedan  vincular a ella. Así comienzan las conversaciones entre la ACGM, la AGTA y la AGAM – que agrupaba a los guías UIAGM del país – con la finalidad de trabajar en conjunto y desarrollar una única entidad representativa en el país. Luego de extensos y productivos diálogos la AGAM y la AGTA toman la decisión de vincular ambas agrupaciones, y trabajar bajo el nombre de Asociación Nacional de Guías de Montaña

Asamblea UIAGM en Austria

En el año 2018 se concreta el cambio de estatutos de la asociación y la ANGM formalmente toma el relevo de la AGTA y la AGAM para comenzar un proceso inédito en Chile desarrollando un trabajo de representación nacional – desde las regiones de los guías de montaña ante organismos públicos y privados a nivel nacional – e internacional, mediante «el envío de una carta a la UIAGM exponiendo el nuevo paradigma gremial Chileno» y la necesidad de consolidar formaciones locales y el trabajo bajo el alero de ellos. Acción que fue bien recibida por Reiner Taglinger, quien era en ese momento el Presidente del Comité Técnico de la UIAGM, y conllevó a que se presentara el proyecto de la ANGM en el pleno de la asamblea anual de la UIAGM en Austria.

Inicio de las formaciones en Chile.

En la actualidad Chile tiene el estatus oficial de «país candidato» a ser miembro de la UIAGM avanzando de esa manera a paso firme hacia un futuro fructífero y de reconocimiento de nuestra profesión.

El proceso ha sido difícil, pero el objetivo principal es claro: mantener una organización fuerte y unificada, con miras a seguir fortaleciendo y abriendo las puertas del profesionalismo del Guía de Montaña en Chile.